ANTON BEIRAS, MÉDICO, INVESTIGADOR E INVENTOR

VIGUESES

Cuando Antía Cal notó que su hija Antía podía tener un problema de estrabismo lo consultó con su marido Antón Beiras, de profesión oftalmólogo. Este fue el punto de partida de las investigaciones del médico vigués para solucionar la deficiencia de su hija.

Despues de consultar con especialistas españoles, Antía y Antón viajaron por Europa para ver los tratamientos que se utilizaban en otros países. Antón se interesaba por los archivos y los tratamientos de las universidades, encontrando en la de Lyon que allí el tratamiento era a través de la educación del ojo.

Antón se dio cuenta que este podía ser el camino correcto y una vez de vuelta en su clínica comenzó a tratar el estrabismo mediante esta técnica. Pero a Antón se le ocurrió mientras trabajaba que  necesitaba una herramienta para curar a sus pacientes, por lo que comenzó a diseñar un aparato junto a especialistas en electrónica de la base naval de la ETEA, donde se costruyó el primer prototipo.
 
Cuando el aparato sólo estaba sobre el papel, a pesar de los completos cálculos, hubo colegas que no le creyeron y que dijeron que su idea era imposible.

"No es posible que imágenes de televisión proyectadas al interior del ojo humano, puedan ser contempladas dentro de él por otra persona, que no sea el propio “dueño” de ese ojo, es decir por un observador extraño”.
 
Pero meses más tarde el prototipo del sinoptóforo (más tarde bautizado como Vigoscopio) es presentado en un Congreso Oftalmológico Nacional y autoridades en la materia reconocen la idea genial de Beiras.
 
En 1963 se celebra el Congreso Oftalmológico en La Toja y Beiras obtiene el premio más importante de la Sociedad Oftalmológica Hispano-Americana. A partir de aquí numerosos centros de investigación y universidades extranjeras reconocen al autor y piden ver el modelo.

Es entonces cuando la Caja de Ahorros de Vigo adquiere las patentes en Europa y Estados Unidos y comienza a financiar el modelo definitivo que sufriría aún numerosos cambios.

En mayo de 1964 el modelo es enviado a París donde es examinado por grandes especialista mundiales. El profesor Thomas, Presidente del Consejo Europeo de Estrabismo reconoce definitiva y oficialmente la genial idea del médico vigués.
 
A partir de entonces el sinoptóforo se va perfeccionando y en enero de 1968 se consigue un aparato que funcione con absoluta regularidad. Una característica del aparato es su sencillez de manejo lo que hace que pueda ser utilizado incluso por personal no médico.

Pero a Antón Beiras le detectan un cáncer a finales de 1967 y es operado el 24 de Diciembre. A pesar de que lo llevan a París a ver los mejores especialistas, Antón no supera la enfermedad y fallece el 1 de abril de 1968. Con su muerte finalizan las investigaciones sobre el estrabismo en nuestra ciudad.

El nombre de Antón Beiras quedará para siempre en un lugar destacado de la investigación médica gallega y española. Antón Beiras fue también un hombre preocupado por la realidad socioeconómica de Galicia que militó en Mocedade Galeguista en su juventud y fue socio fundador de la Editorial Galaxia. Beiras disfrutó tambien de la amistad de Otero Pedrayo y otros grandes intelectuales gallegos.

Foto1: Boda de Antía y Antón
Foto2: Antón Beiras
Foto3: Beiras en su clínica
Foto4: Vigoscopio recuperado en la actualidad


 

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