ABEL CABALLERO O LA ALEGRIA EN CASA DEL POBRE

OPINION
 
 
La semana pasada se produjo la noticia de que, entre otros, la juez del caso "Patos" imputaba al alcalde Abel Caballero y a tres de sus principales concejales.
La noticia debió de sentar como un mazazo a nuestro regidor cuando se encontraba disfrutando de su reciente nombramiento como presidente de la FEMP. 
 
Abel Caballero fue con el presidente González un ministro de Transportes correcto, como catedrático de economía desconozco su calidad, pero como alcalde de Vigo, en los años que lleva demostró eficiencia, veteranía y se vio que conocía el oficio.
 
Si bien, como ya hemos denunciado en otras ocasiones, posee un rasgo como alcalde absolutamente censurable y es que desconoce el significado de la transparencia en cuanto a la gestión municipal.
 
En los últimos meses del anterior mandato fue preguntado en múltiples ocasiones por los periodistas para que diera información sobre los expedientes que afectaban a la "Operación Patos" y por los que la policía se había interesado en febrero de 2014. En todas estas ocasiones el Sr. Caballero se cerró en banda y no aportó ninguna luz al respecto.
 
No se le puede negar a D. Abel que en estos años como alcalde ha cambiado Vigo, no sólo en su aspecto, sino también en que la ciudadanía viguesa está cada vez más orgullosa de su ciudad. Los vigueses se percataron de la calidad de su gestión y lo demostraron el 24-M, dándole una mayoría absolutérrima como no se había visto en esta ciudad.
 
Todo eso no se lo discute nadie, ni siquiera sus enemigos, pero a día de hoy, la ciudadanía también exige que sus políticos muestren a la luz los detalles de su gestión y nos traten como a personas adultas.
 
Abel Caballero no quiso dar en su día ninguna información a la prensa y dentro de poco habrá de dársela a su señoría.
 
Quizá le sirva de aprendizaje.
 
 

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