OPINION
Ayer día 7 conocimos el fin de la instrucción del Caso Alvia, accidente en las afueras de
Santiago donde murieron 81 personas y hubo 144 heridos, que en muchos casos no
podrán llevar una vida normal como antes del accidente.
El juez Andrés Lago Louro (recuerden este nombre) ha decidido que el
único responsable del fatal accidente fue el maquinista del tren y lo acusa de
80 homicidios por imprudencia grave profesional y 144 delitos de lesiones. Las
asociaciones de víctimas que querían sentar en el banquillo a altos cargos de Renfe, Mº de Fomento y Adif
no fueron escuchadas.
El juez Andrés Lago Louro (no se olviden del nombre) considera que fue un
fallo humano y que no hay que buscar ningún otro culpable. Otros presuntos responsables como
(entre otros) el actual ministro de Justicia y el señor José Blanco, hoy
en día diputado del Parlamento Europeo no tienen de qué preocuparse.
El actual presidente de la Xunta de Galicia, el señor Alberto Núñez
Feijóo ha dicho tras conocer el fallo del juez, que éste se correspondía con el
sentir general de la sociedad gallega.
Las declaraciones de nuestro presidente están a la altura del personaje.
De términos como miseria moral en este caso mejor no decimos nada al respecto y
nos ahorramos los calificativos que a todos se nos ocurren, pero la sociedad
gallega sabe positivamente en manos de quien estamos.
El abogado del maquinista manifestó hace unas horas que recurrirán el
fallo, pero que tanto él como su cliente son pesimistas respecto a fallos
futuros, porque ni al PP ni al PSOE les interesa tener inculpados.
El juez que emitió este fallo se llama (no sé si se lo había dicho)
Andrés Lago Louro, y no sé si tiene el sueño profundo pero a partir de hoy dudo
que pueda dormir por la noche.
Fernando Torres Carbajo
Fernando Torres Carbajo
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