LOCALIZAN UNO DE LOS BALUARTES HISTORICOS DE VIGO

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Cuando en 1702, los ingleses tuvieron la tentación de atacar Vigo tras su victoria en la batalla de Rande, solo les echaron atrás las defensas de la entonces villa. Un conjunto de murallas levantadas a mediados del siglo anterior entre las que destacaban una sucesión de baluartes. Uno de aquellos baluartes -construcciones que sobresalían de la línea de muralla para impedir los ataques frontales contra estas- era conocido como A Pulguiña. Su importancia era vital para la defensa de la ciudad porque protegía la parte más alta de la población. Ahora, las labores de prospección y control dirigidas por la arqueóloga Herminia Rodríguez en las obras de instalación de las escaleras mecánicas de la calle de la Segunda República han permitido conocer con exactitud su emplazamiento.
 
(Xoan Carlos Gil)
Aunque no ha sido excavado totalmente, sí se conoce que está situado en el rellano de las escaleras más próximo a la calle Pracer. Hace un año, Herminia Rodríguez localizó los cimientos de la muralla que recorría longitudinalmente la calle de la Segunda República. Ahora se ha podido determinar que aquella línea recta descendente hace un ángulo hacia la calle Doctor Cadaval evidenciando que allí se encontraba el citado baluarte. Así que se puede decir que está identificado el lugar, y sus cimientos están en la parte baja de la mencionada placita pero no ha sido excavado.
                                         
En 1861, el Gobierno autorizaba el derribo de las murallas de la ciudad de Vigo. Desde ese momento, la corporación estableció por el método de subasta su eliminación, que en gran parte fue ejecutado por Manuel Núñez. A mediados de 1864 ya se habían desmontado los lienzos y los baluartes de todo el lado este del recinto amurallado, que es donde se situaba el baluarte de A Pulguiña. En los meses posteriores, el Ayuntamiento solicitó permiso al Gobierno para afrontar la demolición de las murallas en la vertiente de A Falperra. En esta zona, el ritmo fue muy lento debido a que los muros actuaban a modo de petril en el gran desnivel existente. El último baluarte que fue desmontado se situaba en A Laxe y es el que está mejor documento, incluso con fotografías por no desapareció hasta marzo de 1896. La caída de este último elemento de la muralla que rodeó Vigo durante dos siglos permitió conectar O Berbés con el resto de la ciudad sin tener que atravesar la estrecha calle Real. En su lugar se levantó la estatua de José Elduayen, el diputado que facilitó la autorización del Gobierno.                   
En esta campaña arqueológica también fue encontrada una galería de agua que permitía la alimentación a la parte baja de la ciudad. Una galería como esta fue localizada no hace muchos años en la calle de Santiago. En aquella ocasión fue la arqueóloga Mar López la autora del descubrimiento. Aquella galería fue excavada en la roca, a pico, con cubierta abovedada. Dicha bóveda presentaba desconchamientos, que podrían haber sido originados por su apertura con un frente de fuego, y registraba pequeños agujeros ( loculi , según la denominación que manejaba la arqueóloga) para sostener supuestamente las lucernas que aportaron la luz necesaria para su excavación. Las galerías son muy frecuentes en la parte alta del Casco Vello, ya que eran conducciones para aprovechaban los manantiales de O Castro.
 
Jorge Lamas.  La Voz de Galicia

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